¿DE DONDE VINO EL DINERO?(parteI)
Dos hombres “hacen cola” junto a la taquilla de un teatro de la ópera. A su turno, cada uno de ellos paga $9.90 por tres lunetas a $3.30 cada una. Cuando uno se separa de la taquilla, se le unen dos amigos, con quienes entra en el teatro y esperan a que se levante el telón. El otro comprador también se separa de la taquilla, pero pasa la calle y, ya en la acera frente al edificio, comienza a proponer los billetes que compró a los transeúntes. Puede ser que los venda a $4.40 cada uno (es lo que pide, con sobreprecio de $1.10), puede ser que no consiga venderlos. Eso no importa. ¿Hay alguna diferencia entre sus $9.90 y los del otro, hombre? Sí. El dinero del Especulador es capital. El del Espectador, no. ¿Pero dónde está la diferencia? El dinero es capital solamente cuando se le usa para comprar artículos o trabajo, con objeto de venderlos otra vez, con utilidad. El Especulador no quería ver la función teatral. Invirtió $9.90 con la esperanza de recuperarlos, más algún dinero. Por consiguiente, sus $9.90 actuaban como capital. El Espectador, por otra parte, pagó sus $9.90 sin la menor idea de volver a tenerlos: sólo deseaba ver la función. Su dinero no actuaba como capital. De manera semejante, cuando un pastor vende su lana por dinero, para comprar pan y comer, no emplea el dinero como capital. Pero cuando un comerciante le compra la lana, esperando venderla otra vez a un precio más alto, usa su dinero como capital. Así, cuando el dinero es dedicado a una transacción que rinde o promete rendir una ganancia, se convierte en capital. Es la diferencia que hay entre vender para comprar, y consumir (precapitalista) y comprar para vender y hacer una ganancia (capitalista).
Pero ¿qué es lo que el capitalista típico compra con objeto de venderlo y ganar? ¿Son billetes de entrada a los teatros? ¿O lana, o automóviles, o sombreros, o casas? No. No es ninguna dé estas cosas y sin embargo, es parte de todas ellas. Hable con un obrero industrial. El le dirá que lo que su patrono le paga en jornales es su capacidad para el trabajo. Así, pues, es la fuerza de trabajo del obrero lo que el capitalista compra para vender y hacer utilidades; pero es obvio que el capitalista no vende la fuerza de trabajo de su asalariado. Lo que vende, con ganancia, es el artículo que la fuerza de trabajo del obrero ha transformado de materia prima en producto acabado. La utilidad viene del hecho de que el trabajador recibe en jornales, menos del valor de lo que ha producido. El capitalista es dueño de los medios de producción, edificios, maquinaria, materias primas, etc. Él compra fuerza de trabajo. Es de la asociación de todo ello de donde viene la producción capitalista. Obsérvese que el dinero no es la única forma del capital. Un industrial de hoy puede tener poco o ningún efectivo y, sin embargo, ser el poseedor de un fuerte capital, porque es dueño de los medios de producción, que son su capital, el cual crece según compra fuerza de trabajo.
Pero ¿qué es lo que el capitalista típico compra con objeto de venderlo y ganar? ¿Son billetes de entrada a los teatros? ¿O lana, o automóviles, o sombreros, o casas? No. No es ninguna dé estas cosas y sin embargo, es parte de todas ellas. Hable con un obrero industrial. El le dirá que lo que su patrono le paga en jornales es su capacidad para el trabajo. Así, pues, es la fuerza de trabajo del obrero lo que el capitalista compra para vender y hacer utilidades; pero es obvio que el capitalista no vende la fuerza de trabajo de su asalariado. Lo que vende, con ganancia, es el artículo que la fuerza de trabajo del obrero ha transformado de materia prima en producto acabado. La utilidad viene del hecho de que el trabajador recibe en jornales, menos del valor de lo que ha producido. El capitalista es dueño de los medios de producción, edificios, maquinaria, materias primas, etc. Él compra fuerza de trabajo. Es de la asociación de todo ello de donde viene la producción capitalista. Obsérvese que el dinero no es la única forma del capital. Un industrial de hoy puede tener poco o ningún efectivo y, sin embargo, ser el poseedor de un fuerte capital, porque es dueño de los medios de producción, que son su capital, el cual crece según compra fuerza de trabajo.