LA LIBERACION DEL SECUESTRADO

El maestro Nakamoto solía contar la historia del secuestrado.Vendado y amordazado, sufría en el zulo.Pero, de pronto, se presento la salvación .Alguien le quita los tapones de los oídos: "Vine a liberarte.No quiero que estés sordo".A continuación se marcha .El secuestrado sufre más que antes.No puede moverse;oye ruidos de pasos y suspira por un salvador a la vez que teme por su vida.
Se presenta un segundo liberador ,que le quita la venda de los ojos : "Me he compadecido de tí,quiero que veas".
Acto seguido, se esfuma en la oscuridad .El secuestrado se angustia aún más .Ahora oye ruidos y ve sombras, pero no puede gritar ni moverse.

Viene el tercer liberador,que le quita la mordaza. Protesta el secuestrado :"¿De qué sirve oír, ver y hablar, si estoy atado?Por favor, desatame".

Llega, al fin, un cuarto liberador,que lo suelta."¡Venga, deprisa,huyamos antes de que lleguen los guardianes!" Pero el secuestrado, ya libre, titubea."¡Como voy a escapar yo sólo, sin soltar primero a los de la habitación de al lado,presos como yo!".
Liberación a medias no libera.El budismo enseña a percatarse de las ataduras como primer paso.Pero,si no me desatan, sufro más tras haberme percatado de las ataduras.Al desaparecer éstas, empieza la libertad;pero, si la disfruto sin preocuparme de la liberación de los demás,de nada sirve.
Dice el bodisatva Amida "¡Que no me salve yo si no se salvan todos!".


Tomado de "PENSAR LO HUMANO" de Juan Masiá Clavel.